Nada Puede Ser Tan Bueno

Regreso a Bogotá, 1955

Al volver, el maestro se encontró con decepciones y alegrías el mismo año. Comenzó con la exposición de las obras que había realizado en Europa. Éstas fueron muy criticadas y el artista no obtuvo ningún éxito. Su trabajo en Europa no fue apreciado como él había apreciado a los expertos esuropeos. "Tras su regreso de Italia en 1955, Botero decidió hacer una exposición en Bogotá de las obras realizadas en Europa, de las cuales obtuvo muchas críticas pues en ese momento el país estaba influido por la vanguardia francesa, lo que le acarreó casi un fracaso completo." (Rodríguez, Homenaje a Fernando Botero Museos de México, 2001)

Sin embargo este suceso no le impidió al maestro seguir formando su vida. Es entonces cuando el mismo año encuentra el amor en Gloria Zea con quien contrae matrimonio. (más de Gloria Zea)


Primeros Éxitos (continuación)



Bogotá y Europa, del 52 al 54

Con sólo 20 años obtiene ahora el segundo premio del Salón Anual de Artistas Colombianos. Mientras tanto hace una exposición y todos sus cuadros son vendidos y se publica la primera monografía de su trabajo, editada por la editorial Eddy Torres. En octubre parte hacia Europa, desde el puerto de Buenaventura en donde toma el barco italiano ‘Uso di mare’ por medio del cual llega a Barcelona para dirigirse a Madrid con el propósito de estudiar en la Academia de San Fernando. Mantiene estos estudios copiando otras obras para turistas. Visita el Museo del Prado en donde cumple su sueño de encontrarse con las obras de Goya y Velásquez.

En 1953 pasa las vacaciones de verano en París e Italia. En Florencia estudia en la Academia de San Marcos donde puede asistir a las conferencias sobre historia del arte dictadas por Roberto Longhi. "Mis años en Florencia los considero como los más importantes de mi formación". (Mirarte Galeria, 2008) El año siguiente lo pasa en Siena, Florencia, Venecia y Ravena visitando los museos italianos para realizar un estudio sobre el arte italiano del siglo XIV. “Estudiando estos artistas, yo adquirí gradualmente mayor claridad sobre lo que el espacio y el volumen querían decirme. Se me acentuó el deseo por lo enorme, por lo fuerte y lo monumental.” (González Ruiz, El realismo mágico en el imaginario Boteriano, 2006) Con ‘estos artistas’ se refiere a Piero de la Francesca, Paolo Uccello, Tiziano, Ingres, Masaccio. En las obras de estos artistas aprecia la plenitud de sus formas, el espacio organizado, la expresión de la naturaleza, la armonía cromática y la geometría que muestran.



Imagenes de derecha izquierda:

1. Despues de Piero della Francesca; Federico Montefeltro.
2. Despues de Piero della Francesca; Batista Sforza.




Primeros Éxitos y Opiniones


Medellín, Bogotá y El Caribe 1950’s

"Unos dicen que sus malas notas y otros que la travesura que hizo con Gonzalo Arango en el mosaico de grado en el Liceo, destacando al grupo de "Los descamisados", con fotos no formales y un sólo apellido, como si fueran "hijos naturales" -¡oh! Escándalo- y todo ello bajo una alegoría humorística del tradicional símbolo del Alma Mater, le ocasionó de inmediato la expulsión y el adiós definitivo a su cartón de bachiller." (El Colombiano, Un hombre busca su destino, 2000) Entonces, tras haber trabajado en EL COLOMBIANO y ser despedido ya que lo han acusado de inconformista debido a un artículo que escribe sobre Picasso, Botero puede en el 50, permitirse financiar sus estudios en el Liceo San José y en la Normal de Marinilla. El mismo año conoce al pintor Rafael Sáenz y diseña la escenografía para la obra ‘En la Ardiente Oscuridad’ de Buero Vallejo montada por Lope Vega. Después de eso viene a vivir a Bogotá y participa en diferentes exposiciones colectivas. Un año después realiza dos exposiciones consecutivas en la galería Leo Matiz. En una de estas obtiene el premio del IX Salón de Artistas Colombianos ofrecido por la Biblioteca Nacional de Colombia. Para entonces algunos pintores, escritores y poetas como León de Greiff y Jorge Zalamea se interesan en sus obras. El mismo año viaja a Tolú en donde paga su estadía con su propio arte, pintando un mural en la pensión de Isolinia García."En estos primeros momentos de su vida por fuera de su ciudad natal, abriéndose al mundo, conociendo tendencias, mostrando su talento, exponiendo esa producción de entonces, el maestro Fernando Botero viaja a Tolú, hoy departamento de Sucre, en la costa caribe colombiana, y permanece un tiempo alojado en una pensión de la señora Isolina García, a quien debió pagarle las cuentas con la pintura de un mural. Es un momento artístico en el que su primera producción refleja la influencia de Gauguin y de los períodos rosa y azul de Pablo Picasso." (Mogollón, La vida del maestro Botero, 2007)

Imagen: "Mi habitación en Medellín" . 1958

El Maestro Adolescente





Eliminar formato de la selección
Medellín, 1940’s

En sus doce años conoce el mundo taurino gracias a su tío Joaquín Angulo, quien lo ingresa en una escuela de matadores en la plaza de la Macarena, para entonces dirigida por Aranguito el banderillero. “En l
a década de los años treinta y cuarenta todavía la aspiración máxima de las familias pobres en Antioquia era tener un hijo cura o futbolista o torero. Por eso el tío Joaquín se empeñó en que su sobrino predilecto fuera matriculado en una escuela de toreo de salón que había en la Plaza de La Macarena en Medellín, bajo la dirección de un antiguo banderillero gordo, ya en retiro, Eliminar formato de la selecciónEliminar formato de la selecciónque trabajaba como ujier, empleo que por cierto había heredado su hijo. Un domingo, a las 5 de la tarde, le indultaron un toro a Morenita del Quindío. Al día siguiente, exultante, el banderillero Aranguito les dijo a sus discípulos: "Se ganaron la lotería, hoy torearán un toro de verdad; el que fue indultado ayer". Dice el Maestro Fernando Botero que "fue tal el susto, que de inmediato sintió reverdecer en él la decisión de ser pintor".” (Vargas Llosa, 1990) Es considerado durante dos años el mejor alumno de Aranguito, quien decide entonces que deje de ‘jugar’ con novilleras, e intente con un toro común. Lo hace salir corriendo cuando se ve enfrentado a la muerte con un animal de más de 300 kilos.

Tras este suceso, comienza a dedicar su tiempo libre a pintar, aunque de todas formas sigue asistiendo a las jornadas taurinas. Sus primeros dibujos y acuarelas son todos sobre toros y esas mismas jornadas, porque aunque no se dedique más a ellos, refleja su pasión por esta actividad en estos bocetos. Allí, dónde se venden las entradas para la plaza de toros en el almacén de don Rafael Pérez, vende su primera obra por dos pesos en 1946. Únicamente su madre, Flora, quien aporta lo que le es posible para la economía de su hogar, según lo que gana en habilidades manuales; y Joaquín su tío, lo apoyan en sus deseos de explotar ese talento que saben que tiene, incluso siendo una familia conservadora. Si bien no lo apoyan económicamente, porque no les es posible; sí lo impulsan a trabajar para poder pagarse sus propios estudios. A los dieciséis años entonces, comienza a trabajar en el Suplemento Literario de EL COLOMBIANO ilustrando un poema de su vecino, Ciro Mendía. Continúa con éste trabajo por lo menos por cuatro años, habiendo ilustrado inclusive cuentos como el de Tomas Carrasquilla ‘A la Diestra de Dios Padre’, publicado en 1949.

Imagenes de izquierda a derecha.
1. Botero, el día de su primera comunión.
2. Flora, la madre de Botero.

Primeros Años del Maestro


Medellín, 1930’s

Nace en 1932, en la casa ubicada en Mon y Velarde con Caracas, el hijo de David Botero y Flora Angulo de Botero: Luis Fernando Botero Angulo. Cuatro años después Flora se embaraza de su tercer hijo y su esposo decide llevar a su familia a una nueva casa, en el barrio Boston. Antes de que naciera el tercero, de un infarto muere su padre, David Botero. Se cría Fernando junto a su madre, sus dos hermanos Juan David y Rodrigo, y su tío Joaquín Angulo. Además de éstos, lo rodean “el abuelo Jesús Angulo, uno de los fundadores del Club Unión; la tía Enriqueta, quien escribió tres novelas e hizo de su casa un centro de tertulias literarias para la ciudad y hasta el esposo de la tía María, el médico Luciano Restrepo Isaza, quien trajo el símbolo de la Cruz Roja a Medellín. El poeta Ciro Mendía, el maestro de la acuarela Rafael Sáenz y el compositor Carlos Vieco. Los hijos de estos maestros, más el primo Leopoldo Botero, conformaron el grupo de amigos de infancia del pintor.” (EL COLOMBIANO LTDA, 2000) Sus amigos lo reconocen para ese entonces como buen futbolista, y tiene ya a sus 10 años, fama de buen bailarín. Pero en la Universidad Pontificia Bolivariana, el colegio donde estudia, no tiene ninguna fama de buen estudiante. Más bien es considerado impertinente y hasta nadaísta porque sin mucho explotar sus dotes artísticas, hace dibujos en los que se burla junto con sus amigos, de los maestros y lo que enseñan, uno de sus aliados es, para entonces Gonzalo Arango. “Mi querido Fernando Botero: Recuerdo que una vez ilustraste un artículo mío, iracundo y tierno, titulado “Medellín, a solas contigo”. Dibujaste la gran Villa de la Candelaria erizada de usinas, coronada con su Pan de Azúcar al fondo, y en primer plano Gonzalo con mirada de halcón desafiando a la Andi, nuestros queridos pobres mercaderes del templo de la vida. A mí me coronaba un ángel protector, que vino a ser con el tiempo mi compañera de destino: Angelita. Titulaste ese dibujo Gonzalo y su ángel de la guarda. Visión profética la tuya, realizada. Si hoy lo tuviera en mi poder, seria poderoso. Pero yo pagaba el amor con tesoros, y hoy luce enriqueciendo los recuerdos de un pasado cargado de desesperaciones. ¡Sea, bendito sea!” (Arango, 2000) (ampliar información sobre Gonzalo Arango)

Un fragmento de un episodio del programa Historia Secreta, en History Channel, relata de manera diferente lo anterior. "El Origen De Fernando Botero. Historia Secreta Medellín."